Estereotipo del ajedrecista en la sociedad moderna

“En general, podemos verificar que detrás de los estereotipos están
agazapados encontramos diferentes juicios de valor\. Desde finales del SXIX, la opinión pública acepta la idea de que el ajedrez favorece el desarrollo
mental de sus practicantes. Que fortalece procesos básicos percepción,
atención, memoria, etc. Pero que también estimula destrezas más complejas
como los pensamientos lógicos, creativos y críticos; además de la resolución
de problemas y la toma de decisiones”
.

Un estereotipo es una imagen mental
Hoy, en plena era de la información, las comunicaciones y el conocimiento, nuestra acción se encuentra rodeada por una cantidad importante elementos, personajes y clichés, muchos de ellos predecibles y compartidos por una mayoría, que provienen de los diferentes medios de difusión como la televisión, la prensa, el cine, los libros, la publicidad, las redes y plataformas asociadas a la Internet. Nos rodean, presionan e influyen permanentemente en la toma de nuestras decisiones. Hablamos de los estereotipos. Según opinión de Quin & McMahon (1997), un estereotipo es:

“Una imagen convencional o un prejuicio popular sobre diferentes grupos de
personas. En tal sentido podemos encontrar diferentes tipologías de
estereotipos como, por ejemplo: de sexo, nacionalidad, raza, clase o de
grupos. Establecer un estereotipo es un método de categorizar a diferentes
grupos por su aspecto, conducta, costumbres o sexo. De esta forma cuando
se identifican los rasgos más característicos de un grupo se utilizan para
representar su totalidad, dando lugar a un estereotipo de clasificación, que
puede ser bueno o malo. Todas estas deducciones nos llevan a afirmar y
establecer que detrás de los estereotipos encontramos diferentes juicios de
valor”.

Esto implica que los estereotipos representan generalizaciones que encarnan diferentes grupos sociales y que, por lo tanto, la sociedad está expuesta a ellos de
manera permanente y casi sin control sobre los mismos. En su gran mayoría, se trata de “creencias sistematizadas, interiorizadas por todos inconscientemente, que ocultan diferentes juicios de valor. De esta forma, se establecen unos códigos invisibles por los cuales se sugiere a la sociedad como debe comportarse o que rol seguir, pero lo más importante como deberían ser (Quin & McMahon, 1997).

Ahora bien, si los estereotipos son una imágenes o construcciones mentales muy simplificadas y de carácter colectivo, ¿los mismos pueden alcanzar a los
deportistas? Si, tal como lo podemos encontrar en el boxeo, la gimnasia artística, el sumo o el ajedrez. En todos ellos existen estereotipos bastantes generalizados y difundidos en nuestra sociedad.

¿Cuál es el estereotipo al que responden los ajedrecistas en la sociedad moderna?
Podemos. ayudar a aumentar los niveles de inteligencia de nuestros estudiantes y ayudarlos a tener éxito en una amplia variedad de temas. En general y desde finales del S XIX, la opinión pública acepta la idea de que el ajedrez favorece el desarrollo mental de sus practicantes. Que fortalece procesos básicos percepción, atención, memoria, etc. Pero que también estimula destrezas más complejas como los pensamientos lógicos, creativos y críticos; además de la resolución de problemas y la toma de decisiones.

Entonces, ¿qué idea tiene la sociedad, respecto a que el ajedrez pueda estimular habilidades de la mente?
En general, la sociedad ha considerado durante mucho tiempo que el ajedrez es una forma de que los niños aumenten su destreza mental, concentración, memoria y análisis habilidades. A cualquiera que haya conocido el juego, no le sorprende que estas suposiciones hayan sido probadas en varios estudios sobre cómo el ajedrez puede mejorar las notas de los estudiantes. Además, el jugar ajedrez es divertido; de tal manera que los niños asocian la escuela y el aprendizaje con la diversión, lo más probable es que desarrollen un mayor apego a la escuela.

Así mismo, la investigación en este campo ha demostrado que son variadas los enlaces que se pueden establecer entre este juego y la psicología. De hecho,
algunos especialistas estiman que el ajedrez es una prueba de paciencia, nervios, fuerza de voluntad y concentración. Mejora su habilidad para interactuar con otras personas. Prueba tu deportividad en un ambiente competitivo.

Por otra parte, una percepción muy fuerte respecto a la conexión entre ajedrez e inteligencia. Se trata de un valor social, probablemente iniciado hacia el S. XVI,
único, duradero y fuerte. Algunos autores estiman que la mayor parte de la sociedad percibe una conexión poderosa entre jugar ajedrez y ser inteligentes. Esto puede ser muy positivo para los niños pequeños, que, en lugar de ser intimidados como muchos adultos son, abrazar la noción. A medida que los niños crecen, un estigma o factor nerd se une a «ser inteligente».

Por Dr. Uvencio Blanco Hernández
Comisión de Ajedrez y Educación FIDE

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