Capablanca, 135 aniversario

 José Raúl Capablanca y Graupera, notable ajedrecista cubano y primer campeón mundial de Iberoamérica y quien llegara a ser considerado genio del ajedrez, nació en una casona cercana al “Castillo del Príncipe” una antigua prisión militar ubicada en La Habana, Cuba el 19 de noviembre de 1888; hace hoy 135 años. Artículo por Dr. Uvencio Blanco. 

El castillo del príncipe

José Raúl, hijo de José María Capablanca y María Graupera, fue el segundo de once hermanos. Un hijo de español y criolla que llegaría a ostentar el título de campeón mundial de ajedrez; el tercero oficial del listado de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE). Su predecesor en el trono fue Emmanuel Lasker (Alemania) y su sucesor Alexander Alekhine (Francia).

El mismo que, con su carisma, personalidad y resonantes éxitos deportivos, se convertiría en una leyenda, en un mito cultural: Capablanca.

La mayoría de los historiadores le ha considerado niño prodigio, el “Mozart” del ajedrez, luego de aprender los rudimentos del ajedrez a la edad de 4 años, vencer al campeón nacional Juan Corzo y Príncipe a los 12 años, alcanzar el cuarto lugar del campeonato nacional de Cuba a los 14 y, posteriormente, con moderado éxito en diversas competiciones.

Curso estudios de primaria y secundaria en Matanzas – Cuba, pero, a los 17 años viaja a los EE, UU, para estudiar inglés e iniciar sus estudios de Ingeniería Química en la Universidad de Columbia, ambiente en el que estuvo participando en diversas actividades deportivas como el ajedrez, el béisbol y el tenis de campo.

Consagrado en San Sebastián

Entre los años 1908 y 1909 Capablanca participó en una gira por los EE.UU. de casi un año de duración en la que jugo un total de 734 partidas, de las cuales ganó 703, entabló 19 y solo 12 derrotas para un extraordinario 97,07% de efectividad.

Ya con 20 años, en 1909, Capablanca gana uno de los matches más esperados y publicitados para la época. Se enfrenta al campeón estadounidense Frank James Marshall y lo bate con marcador de +8 -1 =14 en 23 partidas.

Para 1911, Capablanca se asoma a los salones donde se jugaría el gran torneo de “San Sebastián” en España y al que ingresa por insistencia de Marshall. Allí gana los 5000 francos en oro al campeón y 500 a la partida más brillante ante Berstein.

Ciertamente fue su primera aparición en el ajedrez de la élite europea y su actuación considerada estelar al culminar en el primer lugar delante de figuras connotadas como Rubinstein, Vidmar, Marshall, Tarrash, Schlechter, Nimzowitch, Bernstein, Spielmann, Teichman, Marczy, Janowski, Burn, Duras y Leonthart.

Ese mismo año de 1911 el joven Capablanca retó a Lasker por el campeonato del mundo; sin embargo, aunque Lasker aceptó el desafío, no llegaron a ningún acuerdo.

En 1913 jugó el torneo de La Habana en el que se ubicó segundo detrás de Marshall. Luego juega el torneo de Nueva York con un contundente marcador de +13 -0 =0.

A finales de 1913 inicia su carrera diplomática en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, actividad que le facilito viajes y una mayor dedicación al ajedrez. Hablaba fluidamente 4 idiomas además de su lengua materna. Muy buen conferencista y conversador. Tenía un alto sentido pedagógico; entre 1912 y 1915 publicó y editó una revista de ajedrez en La Habana y escribió varias obras importantes.

Luego, jugó torneos internacionales en Europa y derrotó a varios de los mejores jugadores, adquiriendo la categoría máxima de un jugador de Ajedrez. De hecho, regresó a Europa donde jugo una serie de matches en Berlin derrotando a figuras como Mieses y Teichmann; en San Petersburgo jugó una serie de seis partidas También jugo cotejos a dos partidas contra Alexander Alekhine, Yevgeni Znosko-Borovski y Fedor Duz-Khotimirsky. De las seis partidas obtuvo 5 victorias y solo una derrota ante Znosko-Borovski.

Posteriormente en Riga, ganó a Aaron Nimzowitsch, en Moscú a Josip Bernstein, en Kiev a Fedir Bogatyrchuk, en Viena, a Richard Réti y a Savielly Tartakower 1,5-0,5.

En 1914 Capablanca jugó el Torneo de San Petersburgo, evento en el cual terminó medio punto detrás de Lasker pero delante de Alekhine.

En el acto de clausura, el Zar Nicolás II proclamó a los cinco primeros clasificados del evento (Lasker, Capablanca, Alekhine, Tarrasch y Marshall) como «Grandes Maestros del Ajedrez».

Entre 1915 y 1918, durante la Primera Guerra Mundial, permaneció en Nueva York, donde ganó varios torneos de ajedrez que le reportaron gran experiencia y notoriedad.

1921, un año para recordar

Vale señalar que 1921 fue el año estelar e irrepetible de Capablanca porque conquistó invicto el título de campeón mundial, implantando un récord solo igualado 100 años después por Magnus Carlsen en su defensa del cetro mundial ante el ruso Ian Nepomniachtchi al conseguir 4 victorias sin derrotas. Gracias a tal desempeño, alcanzó el más alto rating de la historia para un periodo de un año con 2.921 puntos. También publicó “Chess fundamentals”, un clásico de la literatura ajedrecística.

Y en relación son su vida privada, en diciembre de ese mismo año se casó con Gloria Simoni Betancur, con quien pocos años después procrearía a sus únicos hijos, José Raúl y Gloria de los Ángeles.

Además de tener una personalidad muy atractiva, era conocido por su particular sentido del humor; en tal sentido:

También recordamos una anécdota del gran maestro cubano quien, además, era conocido por gozar de muy buen sentido del humor; un poco ácido, en ocasiones propio de angloparlantes. Esta anécdota fue divulgada por el maestro Andy Soltis quien sostuvo que «poco después de que Capablanca se convirtiera en el tercer campeón del mundo, el maestro Znosko-Borovsky publicó un folleto en el cual presentaba partidas en los que aparecían algunos de los errores de Capablanca. Interrogado sobre este tema, Capa dijo que esperaba algún día escribir un libro titulado «Movimientos correctos de Znosko-Borovsky», pero, afirmó que, «desafortunadamente, no tuvo éxito en la búsqueda de material para ello.

Sobre su estilo de juego, el campeón mundial, matemático y filósofo Emmanuel Lasker expresó: “Sus partidas son claras, lógicas y vigorosas. En ellas no hay nada escondido, afectado o artificioso. A través de sus jugadas se advierte su pensamiento, aún allí donde quisiera ser astuto. Si bien sus jugadas son transparentes, no son en modo alguno fáciles de hallar. Su profundidad no es la de un poeta, sino la de un matemático; su espíritu, el de un romano, no el de un griego”.

Con la obtención del título en 1921, su nombre y figura se agigantaron, recorriendo todos los rincones del mundo. Desde Cuba, Iberoamérica tenía su primer campeón mundial de ajedrez; hecho del cual celebramos en primer centenario con la constitución del” Salón de la Fama del Ajedrez Americano”.

Sin embargo, en 1927 ganó cómodamente el Torneo Internacional de Nueva York con 2 y medio puntos de ventaja sobre, Alexander Alekhine

11,5; Aaron Nimzowitsch 10,5; Milan Vidmar 10; Rudolf Spielmann 8 y Frank Marshall 6 ptos.

Posteriormente, pierde el titulo ante el gran maestro ruso – francés Alexander Alekhine, en un encuentro celebrado en la ciudad de Buenos Aires y que duró tres meses.

Palmarés de Capablanca

AñoTorneoLugarPuntos
1902 La Habana
1910 New York
1911 New York San Sebastián2º1º9’5/129’5/14
1913 New York La Habana New York1º2º1º11/1310/14-
1914 San Petersburgo13/18
1915 New York13/14
1916 New York12/13
1918 New York10’5/12
1919 Hastings10’5/11
1922 Londres13/15
1924 New York14’5/20
1925 Moscú13’5/20
1926 Lake Hoptacong6/8
1927 New York14/20
1928 Bad Kissingen Budapest Berlín2º1º1º7/117/98’5/12
1929 Ramsgate Carlsbad Budapest Barcelona Hastings1º2º-3º1º1º1º5’5/714’5/2110’5/1313’5/146’5/9
1930 Hastings6’5/9
1931 New York10/11
1934 Hastings5’5/9
1935 Moscú Margate4º2º12/197/9
1936 Margate Moscú Nottingham2º1º1º-2º7/913/1810/14
1937 Semmering Baden3º-4º7’5/14
1938 París A. V. R. O. (Holanda) Margate1º7º2º-3º6/86/146’5/9
1939 Olimpiada de AjedrezBuenos Aires-Oro-8’5/11

Como deportista Capablanca, mostró un estilo universal por dominar claramente todas las fases del juego; en particular, el final. Un jugador posicional guiado por preceptos estratégicos sólidos y una preclara intuición y fino olfato posicional.

En su carrera, Capablanca “el amante latino de Caissa”, alcanzó un elevado 72.4% de efectividad producto de 315 partidas ganadas, 266 tabas y 38 derrotas. Aunque algunos historiadores opinan que solo perdió 35 partidas oficiales; esto es cerca del 6% del total. Vale destacar que permaneció invicto durante más de ocho años y un récord de 63 juegos consecutivos.

Adicionalmente debemos indicar que Capablanca participó en más de 20 torneos de alto nivel donde ganó o compartió 15 primeros lugares y 9 segundos puestos.

Así mismo, entre sus méritos más resaltantes se encuentran los récords individuales contra varios de los mejores jugadores de la época; por ejemplo, derrotó a Lasker +6 -2 = 16, a Alekhine +9 -7 = 33 y a Marshall +20 -2 = 28. Esto implica un total de +35 = 77 -11 para 73,5/123 puntos posibles para una efectividad del 59,75%

Otros datos estadísticos importantes son los siguientes:

  • Mejor Ranking Mundial: número uno del mundo (en 85 meses en Listas de Rating entre mayo de 1914 y julio de 1937)
  • Calificación más alta: 2877 pts. en la lista de mayo de 1921, #1 del mundo, a la edad de 32 años y 6 meses.
  • Mejor Rendimiento: 2833 pts. en Nueva York 1918; con resultado de 6/6 (100%) vs 2682 de sus oponentes.

Coronel caído en campaña

Capablanca sufría de presión arterial alta; falleció en 1942 a los cincuenta y dos años, a consecuencia de un ataque cardíaco que, sufrió observando partidas en el Club de Ajedrez de Manhattan.

La noticia de su muerte generó consternación en el mundo del ajedrez y el deporte en general: fallecía el más grande ajedrecista conocido hasta la fecha.

Luego de que fuera conducido al hospital “Monte Sinaí” y declarado oficialmente fallecido a las 6:00 am del día 8 de marzo de 1942, su cuerpo fue embalsamado. Allí la funeraria Cooke, ubicada en el 117 de West 72nd Street de Nueva York, se hizo cargo de su cuerpo y de la celebración de un primer funeral. Al mismo, y de manera diligente y hasta por curiosidad, asistieron los más destacados ajedrecistas, dirigentes deportivos y líderes políticos de la ciudad; todos consternados por el inesperado deceso de esta prominente figura del deporte de los reyes.

Después de resueltos los trámites consulares correspondientes, fue transportado por carretera desde Nueva York hasta Miami; para después ser embarcado en un vapor en ruta hacia su ciudad natal, La Habana.

Una comitiva liderada por Aurelio Concheso, su viuda Olga Chagodalf y su hermano menor Aquiles, fue testigo –en la tarde del 14 de marzo- de la presencia de cientos de cubanos que muy callados, les esperaban en el viejo puerto de La Habana y ante una gran bandera a media asta, en señal de respeto y profundo duelo.

Horas después y para un segundo funeral, su féretro era recibido en el “Salón de los pasos perdidos” del Capitolio Nacional; luego de que, en el ínterin, Florencio Gelabert –extraordinario artista plástico cubano- lograra hacerle dos mascarillas que muestran los rasgos de un hombre joven, fuerte, sereno y bien parecido. Allí, el congreso de la República le otorgó la Orden “Coronel caído en campaña“, por su trabajo en el servicio exterior y aportes en la divulgación del nombre y valores de Cuba en el mundo.

Una vez más, ante él se dieron cita destacadas figuras del deporte, la cultura, la política y sociedad en general, para ofrecerle un último adiós.

En la mañana del día 15 y ante una multitud que contaba miles de seguidores, fue acompañado hasta el mausoleo de su familia ubicado en el cementerio de Colón en La Habana.

Por sus relevantes aportes dados al ajedrez, su nombre fue elevado al Salón de la Fama del Ajedrez Mundial en 2001 y al Salón de la Fama del Ajedrez de América en 2021.

Por Uvencio Blanco Hernández

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