Latinoamérica y su necesidad de proyectos de ajedrez como una expresión de innovación educativa (II)

“En una propuesta para ajedrez en las escuelas, nos interesa su
incorporación como estrategia de aprendizaje que contribuya con el
desarrollo de las habilidades cognitivas que propician el Comportamiento
Inteligente. Esto implica el uso adecuado de la información para pensar
racionalmente, tomar decisiones e interactuar efectivamente con el entorno
sociocultural”.

En este sentido, es pertinente destacar que en la obra ¿Por qué el ajedrez en las escuelas? (Blanco, U. 1998), el autor expresa: “El papel educativo del ajedrez radica en que forma a los alumnos en un marco de reglas y significados, disciplinando el pensamiento, contribuyendo al desarrollo del carácter y la acción virtuosa”.

Así mismo que El ajedrez, en tanto disciplina generadora de valores y actitudes, de dilatada trayectoria histórica y distribución universal, debe ser considerado un derecho cultural y por tanto patrimonio de la humanidad”.

De tal manera que estimamos que, entre los fines de un proyecto de inscripción del ajedrez en las escuelas latinoamericanas, podríamos destacar los siguientes:

– Incorporar el ajedrez como estrategia de aprendizaje que contribuya con el desarrollo de las habilidades cognitivas que propician el Comportamiento Inteligente. Esto implica el uso adecuado de la información para pensar racionalmente, tomar decisiones e interactuar efectivamente con el entorno sociocultural.

– Promover el ajedrez como una herramienta pedagógica favorecedora del desarrollo de habilidades relacionadas con la lectura, la matemática y la resolución de problemas científicos, académicos, sociales y cotidianos.

– Facilitar una aproximación a los aspectos culturales del ajedrez visto como producto del ingenio humano, de origen milenario y distribución geográfica universal.

– Coadyuvar, a través del estudio y práctica sistemática del ajedrez, con la formación de un joven republicano más autónomo, crítico y creador a partir de la estimulación de las habilidades, procesos y operaciones del pensamiento.

– Contribuir con la construcción de una sociedad más productiva y comprometida con la nación a partir del conocimiento y la práctica del ajedrez en tanto disciplina lúdica y deportiva.

– Proveer de una actividad lúdica que sea aplicada como estrategia de participación en el aula.

– Generar un amplio proceso de fundación, organización y dotación de clubes de ajedrez escolares que facilite la incorporación activa y protagónica de los miembros de la comunidad.

– Favorecer la formación y capacitación de facilitadores, docentes y técnicos de ajedrez escolar habilitados para el desarrollo de actividades de innovación educativa.

Por otra parte, ya hemos afirmado que, para aspirar el logro de estos propósitos, es imprescindible desarrollar un proceso de formación del talento humano. Esto es, personal docente y administrativo calificado capaz de diseñar y programar actividades, donde se refleja hacia dónde va la acción y por tanto de las condiciones necesarias para su alcance.

Ahora bien, dado que los diseños curriculares de las distintas naciones latinoamericanas también son diferentes, nos preguntamos ¿con cuál perspectiva pueden desarrollarse los cursos EDU?

En lo que respecta a la formación del profesorado, sr aspira que el docente aprehenda la estructura de la disciplina del ajedrez y los procesos en ella involucrados con el propósito de aprender a enseñarla; de tal manera que pueda incorporar el conocimiento del contenido pedagógico de esta disciplina a otras del currículo en caso de establecer transferencias. También hemos afirmado que,

“En este sentido, la función de capacitación docente, consiste en un conjunto de actividades, cuyo propósito es mejorar su rendimiento presente o futuro, aumentando su capacidad a través de la mejora de los conocimientos, habilidades y actitudes del docente que se incorpora a proyectos y programas de ajedrez en las escuelas. A tal efecto, las competencias fundamentales del docente, según este enfoque, se centran en los conocimientos de la disciplina y en el dominio de las técnicas didácticas para una transmisión más eficaz, activa y significativa”.

Por Dr. Uvencio Blanco Hernández
Comisión de Ajedrez y Educación FIDE

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