El origen indio del ajedrez
Por Dr.C. Uvencio Blanco Hernández
Comisión EDU FIDE
En la Comisión EDU FIDE, consideramos significativo que nosotros –en tanto docentes, instructores o divulgadores del ajedrez en las escuelas- nos hagamos preguntas, también importantes acerca del cómo, la forma o método necesario para impartir una asignatura en nuestras escuelas; en este caso el ajedrez.
Interesa conocer cuál es vía pedagógica más adecuada para que los alumnos, la comprendan y la apliquen. Por ejemplo, en el caso de la historia del ajedrez, es imprescindible dentro del aprendizaje de cada uno de los niños, que conozcan sus raíces culturales, sociales, políticas, entre otros aspectos importantes.
Evidentemente, la selección de temas históricos específicos, debe estar en línea con un criterio educativo cercano a la realidad existencial del alumno, que le muestre un significado específico dentro del discurso histórico. En tal sentido, el contenido de dicho discurso debe ser desarrollado por medio del planteamiento de momentos que correspondan no sólo al aspecto político, sino a otros ámbitos en el paso de la historia.
Entonces, si es relevante la enseñanza de aspectos históricos importantes tal como el origen del mismo y su evolución ulterior. Así, cuando hablamos del milenario ajedrez, nos estamos refiriendo a diferentes momentos y situaciones ocurridas en las diferentes civilizaciones construidas por la humanidad a lo largo de más de 30 siglos. Es por ello que, al hablar sobre el origen de este juego, estaremos refiriéndonos a varias hipótesis; entre ellas, la hipótesis India.
Una primera hipótesis, la más difundida dentro del conjunto de hipótesis ampliamente consideradas durante los últimos 200 años, afirma que la invención del juego de ajedrez tuvo lugar en el corazón del Asia central, muy probablemente en la región noreste del Indostán.
Según esta conjetura, el ajedrez antiguo se extendió por todo el mundo y pronto empezaron a tomar forma muchas variedades del mismo. Una versión fue tomada de la India y distribuida por el Cercano Oriente; de esta manera pronto se convirtió en parte de la educación cortesana o principesca de la nobleza persa. Los comerciantes de la Ruta de la Seda; los diplomáticos, peregrinos budistas y muchos otros mercaderes y viajeros llevaron los antiguos tableros de ajedrez al Lejano Oriente, donde se asimilaron y transformaron en un juego que a menudo se jugaba en las intersecciones de las líneas del tablero de ajedrez, en lugar de las casillas o cuadros que le conforman.
Precisamente el investigador e historiados inglés Harold James Ruthven Murray, en su libro “Historia del ajedrez” (1913), consideraba que el juego que ahora conocemos como ajedrez está conectado filológicamente con el término chaturanga.
Las palabras más antiguas referidas al término ajedrez, tanto en árabe como en persa antiguo, son shatranj y chatrang, respectivamente, palabras derivadas de la sánscrita chaturanga. Desde el S. V de Nuestra Era, La misma designaba a las cuatro partes que componían al ejército indio: los carros, los elefantes, la caballería y la infantería.
Efectivamente, una traducción literal de la palabra sánscrita «Chaturanga» significa «Tener 4 miembros o partes» y esto, en poesía épica, a menudo representa un ejército. El antiguo nombre en sí proviene de una formación de batalla nombrada en la epopeya del Mahabharata indio; de tal manera que el antiguo Chaturanga era un juego que simulaba una batalla y que se basaba verdaderamente en la estrategia militar india de la época. Los aspectos iniciales del juego y los dados del juego se eliminaron más tarde a medida que el juego avanzaba y se ramificaba en nuevas variaciones.
En relación con la fecha, la mayoría de los especialistas pro Origen Indio del ajedrez, estiman que el origen del mismo se ubica en el Valle del Indo hacia los siglos VI o VII (d. C). Posteriormente el Chaturanga se difundió por las distintas rutas comerciales, llegando a Persia, y desde allí al Imperio Bizantino, para posteriormente, extenderse por toda Asia.
El juego de chaturanga es considerado por la mayoría de los historiadores como el precursor más antiguo del juego de ajedrez; presentando características definitorias del juego que se reflejaron en versiones posteriores como por ejemplo: dos jugadores que se enfrentan frente a un tablero escaqueado en un acuerdo inicial y simétrico de las figuras. Piezas, con diferentes movimientos y la victoria dependiendo de la rendición o captura de una única pieza.
Es importante recalcar que Chaturanga es el primer juego conocido en tener dos características críticas encontradas aún en todas las variaciones del ajedrez moderno. En primer lugar, tiene diferentes piezas con diferentes poderes (que no es una característica observable en el Go o las Damas); y en segundo lugar, la victoria depende del destino o la captura de una pieza llamada el rey en el ajedrez moderno. Es por ello que algunos especialistas consideran que otras piezas del juego, descubiertas en hallazgos arqueológicos provienen de otros juegos de tablero parecidos al ajedrez, tienen una relación lejana. Inclusive, algunos de estos tipos de «juegos de tablero de ajedrez» tenían hasta cien cuadrados o más.
Igualmente, el Chaturanga llegó a Europa a través de Persia y del Imperio Árabe y bizantino; luego los musulmanes lo difundieron en Sicilia, el norte de África y España en el siglo X. De esta manera el antiguo juego de ajedrez se desarrolló ampliamente en territorio europeo y, a finales del siglo XV, había sobrevivido a varias sanciones y prohibiciones de la Iglesia cristiana; tomando casi la misma forma que le conocemos hoy.
Es importante señalar que, a finales del siglo XIX, el capitán Hiram Cox y Duncan Forbes descubrieron que la forma original de Chaturanga se jugaba con cuatro participantes o manos. Otros estudiosos de la historia antigua del ajedrez, han llegado a la conclusión de que probablemente existía una versión a dos manos antes de la de cuatro y que –probablemente- luego evolucionó hacia muchas otras versiones, incluida la versión del Chaturanga a cuatro manos.
Fuente
Blanco, U. (2020). El ajedrez, patrimonio cultural de la humanidad. Edic. Kindle. Amazon.